Los mejores juguetes educativos para bebés de 0 a 12 meses
Los bebés de 0 a 1 año se encuentran en una etapa fundamentalmente sensorial. Su principal “tarea” es explorar y conocer su entorno a través de los sentidos y el movimiento.
La boca es uno de sus principales órganos receptivos, con ella explora, chupa y succiona todo lo que está a su alcance. Es su forma de aprender a distinguir texturas, formas, sensaciones y sabores. A partir de los cinco o seis meses comienzan con las molestias de la dentición, y el chupar y morder, le alivia el estrés y la tensión provocados por el dolor. Por eso, es importante que les dejemos hacerlo, pero siempre con las precauciones necesarias (materiales que no contengan tóxicos, y estén fabricados de una pieza, para que no exista el riesgo de atragantamiento al romperse un trozo). En estos casos, los mordedores son los juguetes ideales que nos proporcionarán la seguridad que necesitamos, y si son con distintas texturas, mejor que mejor.
El sentido de la vista es muy limitado durante los tres primeros meses de vida. Por eso, los colores que contrastan como el blanco y negro intensos sirven para que el bebé entrene la vista, haciendo que los músculos oculares y el cerebro aprendan a coordinarse y a funcionar correctamente. Estos colores estimulan su desarrollo visual y fomentan su desarrollo cognitivo, pero sin estimularlos en exceso. Por tanto, los juguetes o libros en blanco y negro son los mejores para estos primeros meses.
En cuanto al oído, es uno de los sentidos más desarrollados. Ya funciona correctamente tres meses antes del nacimiento del bebé. Lo que más les gusta oír es la voz de sus seres queridos, pero el sonido de la música le atrae y le tranquiliza. Para estimular el oído del bebé utilizaremos juguetes con sonidos (sonajeros, peluches musicales, botellas sensoriales, móviles musicales, palos de lluvia), así como cuentos. Con los cuentos, los más pitusines se harán a las distintas voces, a la entonación del lenguaje y a la vocalización, aprendiendo más sonidos y facilitando el desarrollo del habla.
El sentido más desarrollado en los recién nacidos es el tacto, y los mejores y más valiosos estímulos son el contacto piel con piel, las caricias, mimos, cosquillas, masajes, y abrazos. Pero los juegos y juguetes aportan también muchos estímulos a los pitusines, especialmente a partir del cuarto mes de vida, cuando empiezan a realizar gestos más precisos, y a dirigir las manos hacia los objetos que despierten su interés para tocarlos. Cuantas más cosas toquen, más destrezas adquieren, y por eso debemos ofrecerles el mayor número de alternativas posibles: distintas texturas (liso, rugoso, granulado, esponjoso, peludo…), distintos tamaños, distintas consistencias (blando, duro, flexible, líquido, espumoso…), distintas temperaturas, pesos, formas y materiales (alimentos, madera, plástico, goma, metales, telas, agua, arena, barro, plastilina). En cuanto el bebé se mantenga sentado, la cesta de los tesoros será uno de los mejores y más completos materiales para estimular el tacto.
Por último, es una etapa de una gran evolución motriz. Observamos cómo los bebés van evolucionando de unos movimientos desorganizados, torpes, y sencillos a unos movimientos más organizados, finos, y complejos. Voltearse, reptar, gatear, sentarse, ponerse de pie, dar sus primeros pasos, agarrar objetos (agarre de pinza), y pasarlos de una mano a otra son algunos logros que veremos en esta etapa. Este proceso dependerá de muchas variables, pero una de ellas será el entorno y los estímulos que les proporcionemos con alfombras con actividades y diferentes texturas, arcos de actividades o gimnasios, rodaris, pelotas de fácil agarre, sonajeros, mordedores… Alrededor de los 6 meses, cuando el bebé empieza a sentarse manteniendo cada vez más el equilibrio, será el momento ideal para ofrecerle también la cesta de los tesoros, y juguetes de construcción (bloques de madera o torres de anillas, con las que construir y destruir).
En PITUSINES, en la sección de bebés podrás encontrar todo este material, y mucho más. ¡Entra y descúbrelos!
Pero no olvidemos que el juguete imprescindible para el bebé en su primer año de vida, y lo que más refuerza su personalidad, es el tiempo que pasa con sus padres.